No alcanza ni de casualidad las estrellas que dice tener. Cuenta con un solo (y pequeño) ascensor, lo que hace que todo demore mucho. La habitación es pequeña, incómoda y muy oscura, al igual que el baño. Un detalle: ni siquiera hacen la cama, dejan una sábana doblada debajo de un cobertor sucio. La limpieza, muy pobre. Tampoco está demasiado bien ubicado: si bien no está lejos del centro sí hay que caminar al menos unos 20 minutos para llegar a la playa. Lo único que se puede destacar es el desayuno buffet, variado, abundante y el desayunador (en el último piso) es cómodo y tiene linda vista. No volvería!
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