La habitación estaba muy bien, remodelada y moderna. La comida bastante buena. Pero muchos detalles de atención al cliente me hacen dudar en volver. La piscina a medio llenar con una manguera, nadie pendiente de atendernos, nadie para una toalla. No pude abrir crédito en el lobby. En la habitación una cafetera sin café, filtro o tazas, te dicen que "eso generalmente lo trae el cliente". Eso es impensable en otros paises y hoteles, es algo básico. Nos falta mucho y cobramos como el primer mundo.
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