Estuvimos en un viajen en familia en la penúltima semana de agosto reservando dos habitaciones durante 4 días y el balance es muy bueno. Optamos por este hotel porque nos pareció una buena opción, en cuanto a precio y en cuanto a su situación, a 10 minutos en coche del centro de Oviedo (Pedanía de Colloto) y a la vez en el centro de Asturias y con fácil salida para poder visitar otros puntos y hacer otras actividades en el Principado. No hay problemas de aparcamiento ya que existen dos parking descubiertos exteriores junto al hotel. Este hotel es una casona o palacio reformado en el que hay en total 13 habitaciones (creo). Es un hotel muy tranquilo del mismo, que ofrece distintas posibilidades, bien como campamento base para acudir a Oviedo ciudad o al resto de Asturias en distintas excursiones, bien hotel tranquilo para descansar, leer y pasear (o correr) por los distintos caminos (por ejemplo, ribera del río Nora) del diseminado de Colloto y adyacentes. Además la calle principal de Colloto ofrece bastante oferta gastronómica de Sidrerías (aunque no fuimos a ninguna, siempre fuimos a Oviedo a cenar), con lo que se puede permanecer toda la estancia en Colloto sin necesidad de acudir a Oviedo, si se desea. No hicimos uso del desayuno opcional, pero el comedor acristalado en que se realizaba parecía muy agradable. también había un pequeño jardín por el que pasear o relajarse. Creo que por error por nuestra parte, por no precisarlo al hacer la reserva por la web, nos dieron dos habitaciones contiguas (como solicitamos), pero una era con cama de matrimonio (de 1,50) cuando deseábamos que ambas habitaciones fueran con dos camas. Al llegar, verlas, comunicar nuestra preferencia y solicitar si podía ser que nos arreglaran el que las dos habitaciones fueran con dos camas (aunque no fueran contiguas), la recepcionista nos indicó que lo tenía muy mal, por estar el hotel completo, salvo una habitación que se ocupaba al día siguiente, que iba a analizarlo y consultarlo con la Dirección (creo que coincide con el propietario, es un hotel familiar) y la verdad es que lo arreglaron y nos dieron dos habitaciones con dos camas, a pesar de que lo más fácil hubiera sido decir que les resultaba imposible. Para mí, este tipo de detalles, son los que marcan la diferencia y dan ese valor añadido a cualquier servicio. Como detalles a tener en cuenta, la habitación 303 que nos correspondió en la última planta, es una habitación amplia y abuhardillada (tenía claraboyas, una en el lateral de la habitación y otra en el baño) y estéticamente quedaba muy bien y resultaba una habitación muy atractiva, pero con la contrapartida, en el caso del baño, al ir en descenso el techo hacia la pared de los lavabos (había dos)de que es necesario lavarse las manos inclinado o ligeramente agachado y al ducharse, junto a los grifos no hay problemas con la altura, pero hay que tener cuidado porque, si se te olvida, al moverte para salir, te das en la cabeza con el techo. También
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