Hay hoteles que quedaron anclados en un momento determinado. El Albret parece haberse quedado en los noventa. Su ubicación es bastante desangelada, en la cercanía a la zona de biblioteca y ciudad de la música, todo un mazacote de hormigón visualmente poco atractivo... vamos que parece aquello un polígono. En cuanto al hotel en sí, habitaciones espaciosas, baño correcto y bueno, servicios tanto TV como Caja Fuerte algo antiguos ya, pero operativos perfectamente. El minibar tenía cosas dentro. Eso es bueno, porque ahora casi ningún hotel lo llena, se limitan a dejarlo ahí como mucho con un par de botellas de agua de cortesía. La limpieza, bueno, bien, pero podía mejorar. Había alguna etiqueta supongo que de clientes previos, y si se me caía algo al suelo ahí estaba al día siguiente. Buena atención en recepción, y buena calidad de sueño. La cafetería bien, aunque cerraban muy pronto, como a las 11. En fin, como tres estrellas cumple, aunque es cierto que hablamos de un cuatro estrellas.
自動翻訳