Bastante limpio y cumple con las espectativas en un apacible sector del barrio El Golf. Del personal todo bien, pero en el edificio del frente había una tomatera en la terraza donde unos cinco vagos-borrachos-drogos gritaron hasta la mañana totalmente descontralados producto de lo anterior. Cena en el Restaurant del Hotel Rugendas a 100 metros bastante aceptable. Atención óptima.