Hotel cuatro estrellas, muy bien ubicado al lado de la estación de tren central de Múnich. Habitación muy cómoda, pero con dos detalles negativos: por un lado, goteaba el lavabo y, por otro lado, la televisión estaba en el lateral de la cama en vez de enfrente (como se ve en la foto), como ocurre en el resto de hoteles para que sea más cómodo tumbarte a ver la tele y disfrutar. El punto positivo es que la nevera tenía todo incluido gratis y te reponían cada día el contenido.
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