Se entra por una lavandería, algo muy peculiar. La habitación es amplia, tiene una mesa grande, y está bien ubicado, pero hubo cosas que no nos gustaron. La limpieza muy justa, en el baño había pelos de sabe Dios quien y debajo de la cama un ticket de otros huéspedes olvidado.Las camas incomodísimas, malas, parecía que estabas durmiendo en un colchón de agua. Menos mal que solo pasamos dos noches, llegas cansado y duermes donde sea, pero si no, imposible dormir ahí.