Somos viajeros en moto y llegamos este domingo para desayunar en su restaurante y nos trató la camarera con desprecio, mala cara, chulería y hasta asco diría yo cuando a las once de la mañana nos disponíamos a desayunar. Ni buenos días señores. "Ya no se sirven desayunos, además tengo que preparar la mesa", respuesta del amir de camarera. Todo el salón lleno desayunando y a nosotros nos echa, así, por su cara bonita. Pues mi experiencia, peor impisible. Ascazo
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