Fuimos de paso con mi familia al volver de Florianopolis para Argentina. La mala experiencia comenzó cuando llegamos a las 20 hs y el hotel no tiene para comer. No obstante, el personal de la noche nos recomendaron cenar en una hamburgueseria que esta a media cuadra (de mala muerte) o ir al centro en busca de una pizzeria. Busque en google la pizzeria mas cerca y fui, pero la misma ya no existia. Recorrimos varios lugares hasta encontrar un lugar para comprar una pizza y volver al hotel porque el centro no es para nada lindo (y eso que llegamos un sabado!). Dormitorio: olor feo que venia desde el baño, para mi la persona anterior que se alojo no estaba bien del estomago, y cerraron la puerta del baño concentrandose el olor nauseabundo ahi. La ducha tenia pelos en la rejilla. Lastima que no saque foto del momento. OLVIDENSE DESCANSAR: el hotel tiene muchas casas en sus alrededores y los perros ladran hasta altas horas de la madrugada. Desayuno: buena comida, pero el personal muy despectivo con los argentinos ni nos saludaron. Check out: nos atendio la gerenta, de muy mala manera, quieren cobrar gastos por demás que no lo permitimos, alegando que habiamos sacado comida del desayuno. Los invitamos a revisar los autos para que corroboren que no teniamos nada. Un desastre la verdad NO VUELVO MAS!
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