Estuvimos una noche con media pensión. La habitación, una familiar superior con vistas, de lo mejor que hemos estado nunca. Dos habitaciones separadas por un pasillo, un gran baño, con ducha y bañera de hidromasaje y terraza. Los armarios, empotrados, de gran capacidad. Nada de ruidos, bien insonorizadas. Las comidas, no demasiada variedad pero bastante buena cantidad. Bebidas incluídas (agua, vino, refresco...) El balneario, correcto. No es que sea el más grande, pero con suficientes chorritos, buena temperatura y no demasiada gente. La parte exterior, una maravilla. Al ir con niños, visita obligada a la piscina de olas y la piscina de la corriente de agua (no sé si disfrutamos más los adultos o los niños...) El personal súper amable. Sin problema para cambiar horas del balneario, nos dejaron salir como casi media hora más tarde el día que nos fuimos (que la verdad es de agradecer si quieres aprovechar esa mañana de balneario y cambiarte en la habitación) Lo que vimos más flojillo son los vestuarios (hay que atravesarlos para entrar a la zona de balneario y la verdad necesitan una reforma. Una estancia muy agradable, es muy probable que volvamos en otra ocasión.
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