Este hotel ha sido constantemente una grata sorpresa. Nos alojábamos en una calle más céntrica y accesible. Normalmente hay bastante disponibilidad pero por motivo del songkran tuvimos que buscar algo rápido y solo estaba esta opción a una distancia aceptable para poder seguir explorando la ciudad. No investigué nada solo reservé. Al principio nos extrañó el barrio en el que se sitúa ya que no hay ni calle que llegue hasta aquí, solo pasillos estrechos y casas humildes. De pronto aparece ante nosotros un sitio precioso, limpio y agradable. Aunque carece de piscina o miradores no se les echa en falta, el bar solo tiene 6 mesas y una pequeña zona común, más que suficiente! Nos encantó y lo guardamos para la próxima. La mejor cama y almohadas hasta la fecha en los hoteles de Tailandia que yo haya probado.
自動翻訳