ヴィラ・カルロス・パス Rosario Vera Peñaloza Plazoleta周辺のおすすめホテル・旅館

あらゆる角度からの優れたサービス!細部への優れた注意は、あなたが家にいるように感じさせます。 10歳の料理、10歳のクリーニング、10歳のキッズクラブの不平等、家族全員の超組織的で楽しい活動。中心部から離れた場所、景色は最高です、それは私たちが3回目に行ったことです、私たちはこれを続けるでしょう。ピナールありがとうございました。

ホテルは2018年にオープンしました。モダンで快適なホテル。快適な部屋。レセプションとレストランの世話をしてください。レストランでは、実行メニューで昼食をとることができます。おいしい。朝食には卵、請求書、牛乳、野菜が含まれます。さまざまなタイプ。クリーム、キャンディー、季節の果物、、、種子、穀物、ナッツなど。コーヒーと牛乳。いくつかの植物....この教会は、イェリンゴの4分の1に位置しています。観光事務所で見つけたタイミングは毎日開かれています。また行く教会は、退却のパレードで何かを飲み、夜は光を遊び、携帯電話で見ました。私たちはイェー家の先住民旅行に行きました。カロアの兄ラシブシアで昼食をとりました。はい、ラインを押して、私たちはYe Baseが12.30を閉じるまで、私たちの家族の後半の日のために石を押して、17時にピノで昼食をとります。プッシュすることは可能ですが、小さい場合、女性は世話をしますが、レストランを学ぶのに1年かかり、コスキン地区の電車に乗りました。私たちは長い旅を楽しみにしていました、そして、コスキンは少なくとも私たちには関係ありませんでした、そして、コルドバの首都が私たちの歴史に与える影響は、わずか半日でバスに戻るために電車に乗ることをお勧めします。空港の車は戻って地元のカードを買い、40分後にコドーバに到着し、バスの終点に達する前に彼は別の駐車場を持っていました

Spent 3 night on business in May. The hotel is well located, close enough to the city center and near some more touristy attractions too. Staff was always attentive and helpful. The lady working the breakfast area was particularly accomodating and always displaying a very pleasant mood. The hotel seems a bit old, but room and bathroom facilities were clean and good enough. I would probably stay there again if ack on business.

The Windsor get an awful lot of things right: excellent attentive staff; busy friendly foyer & bar; well decorated communal areas; effective air con & WiFi and a varied & well stocked breakfast with exceptionally nice homemade bread. It has a great central location with everything from museums, historic buildings & first class restaurants within easy walking distance. The only duff notes are the room decor. It is on the austere side of minimalist. There are no drawers, shelves or surfaces to place your clothes and personal items. It also makes the bedrooms seem a bit “functional”. The bed was comfortable though & the bathroom was fine although there was definitely a whiff of the drains. It was a pleasant stay, just that the room was a little charmless.

Nos hospedamos por 7 noches para pasar nuestras vacaciones en pareja. El edificio y los parques del hotel son muy lindos y, en general, la atención fue amable. Pero definitivamente no estuvo a la altura de las 4 estrellas que se atribuyen. Porqué: Para empezar, nuestra habitación era muy justa de espacio y bastante oscura. El ropero no lo usamos porque tenía un olor a humedad muy desagradable. Dejamos abiertas las valijas (carry on) en el piso y quedaba apenas espacio para caminar. De haber tenido valijas grandes, no sé cómo lo hubieramos resuelto. La habitación tampoco contaba con frigobar! Eso restó mucho a nuestra comodidad. En el ala donde se encontraba nuestra habitación, en general estaba desierta de personal (salvo en el horario que hacían la limpieza). Hay una recepción secundaria pero nunca hay nadie. Nos pasó lo mismo en la zona de piletas. La climatizada está pegada al restaurante, por lo que eventualmente uno se calza una toalla y va y pide. Pero en las del parque, un poco más alejadas, no había personal fijo disponible para pedir algo. Podían pasar horas hasta que aparecía alguien a preguntar si se deseaba ordenar algo. Al mismo tiempo, los platos con restos de otros huéspedes quedaban abandonados en alguna mesa por horas. Dos veces tuve la suerte de dar con el mozo. La primera le pedí un café, y su respuesta fue ”yo se lo traigo pero no sé si llega caliente... por la distancia” (obviamente desistí). La segunda pedí una bebida fresca (ya advertida de que el hotel no cuenta con bandejas con tapa para trasladar 100 metros un café) y tuve que esperarla por lo menos media hora. Se ve que el mozo quiso aprovechar el único viaje que pensaba hacer a la pileta y tuve que esperar que arme más pedidos. Tampoco pudimos hacer uso de la cancha de paddle más que una vez. Hay una única cancha, con llave y en la recepción entregan paletas y demás sin identificar la habitación. La falta de control generaba que alguien retuviera las cosas. En la cancha no había nadie, y nadie podía jugar... Lo que sí nos gustó: El hotel está muy bien ubicado, en una zona muy tranquila y residencial, a pasos de la costanera y del polo gastronómico. A media cuadra de su ingreso tiene una cochera con media sombra. No es muy grande y es a disponibilidad. Con hotel lleno no es suficiente, pero nosotros no tuvimos problema para encontrar cada vez un espacio. Tiene dos piletas en su parque trasero, muy lindas, rodeadas de verde (pasamos muchas horas allí, leyendo, disfrutando del agua y las aves), y una más grande y climatizada en el frente, junto al restaurante (que viene excelente para seguir pileteando cuando empieza a caer el sol). Los desayunos los disfrutamos mucho también. Era un buffet bien variado, con muchas opciones. Los mozos allí eran especialmente amables. Diego Sorba se dedicó a entretener a los huéspedes con la mejor de las ondas. Tocó la guitarra en los desayunos, organizó bingo en el restaurante y presentó dos obras en su auditorio. En el restaurante co