El hotel está bien situado y el personal es amable. La habitación, la 110, da a un patio enano sin posibilidad de luz, ya que está cerrado. Si pensáis en dormir bien, no será así, la cana es dura y se hunde por el centro. La almohada incómoda y el aire acondicionado se conecta a ratos, pasas de sudar y tener que destaparte a helarte y tener que buscar corriendo la sabana. Esto pasa cada 15 minutos. A esto hay que sumarle el rudio del baño y los vecinos que parece que están a tu lado. Las toallas pueden tener 10 años. Estabien situado y limpio.
Hemos pagado 150 euros por noche en julio. Es la mejor opción que hemos encontrado.
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