Nos ha encantado la experiencia. El personal es amable y servicial. Hicimos una de las clases de yoga de rockom y nos trajeron los mats a la habitación. Cuidan mucho todos los detalles, la limpieza es impecable y la ubicación genial, llegamos a Atocha en 5 minutos para coger el tren de regreso. ¡Súper recomendable! El restaurante también fantástico, la cheesecake es de otro mundo, deliciosa 🤤
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