Recientemente he disfrutado de unos días de ocio en Marrakech, con un grupo de amigos. Buscábamos un hotel cerca de la Médina y nos habían recomendado ir al Riad Al Assala. Nos sorprendió muy positivamente que pudiésemos llegar en taxi casi hasta la puerta. La calle no es que sea muy atractiva, pero una vez que cruzamos el umbral de la puerta, descubrimos un pequeño hotel con encanto que te acerca a lo mejor de Marrakech. El personal es muy amable y servicial, en todo momento tienes la sensación de que se preocupan por hacer que te sientas bien atendido. La ubicación del Riad es inmejorable, estábamos a tan solo 300 metros de la plaza Jemaa el-Fnaa, a dos pasos del zoco. Las habitaciones y los cuartos de baño son muy amplios y las camas muy cómodas. Los desayunos muy generosos y variados. El día de nuestra salida nos ayudaron a embalar algunos regalos y nos gestionaron el transporte al aeropuerto. Un servicio impecable. Muy recomendable para grupos que quieran privatizar su estancia y disfrutar de un servicio muy personalizado.
素晴らしい
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