コンプレホ ホステレロ パラディウム

Reservamos tres noches por internet y llamé el día antes de llegar y me confirmaron la reserva de la habitación superior con cama de matrimonio. Al día siguiente al llegar al hotel sobre las 16:00 horas no encontraban una habitación libre como la contratada, seguramente por estar el hotel prácticamente lleno pues celebran allí banquetes de boda y la encargada del hotel nos proporcionó por el mismo precio la suite. Nos dimos cuenta que faltaba una toalla de baño y al solicitar una en recepción comprobaron que no quedaban y nos dijeron que nos la facilitarían en cuanto llegaran de la lavandería, la tarde fue pasando y a las 20:00 horas antes de salir volvimos a pedirla y nos dijo la encargada que podíamos salir tranquilos pues nos la subirían a la habitación, cuando volvimos a las 00:30 comprobamos que no la subieron así que tuvimos que pedirla por tercera vez en recepción, esta vez si nos la facilitaron. En nuestro segundo día de estancia estuvimos todo el día de excursión y volvimos a las 23:00 horas sudorosos y cansados para comprobar con desagrado que la habitación no había sido limpiada ni las toallas cambiadas. Tras bajar para quejarme a la encargada se disculpó y nos proporcionó la posibilidad de hacernos la habitación en ese momento y a los pocos minutos nos subieron las toallas y nos ofrecieron la posibilidad de comer en el hotel de forma gratuita al día siguiente como compensación por el incidente, comida que decidimos no realizar pues hicimos nuevas excursiones. Incidentes aparte, el hotel es confortable, cuenta con buenas vistas al estar rodeado de montañas, la piscina es pequeña pero suficiente para darse un chapuzón, tiene también una piscina para niños. El desayuno es razonable y el servicio atento.