Un corazón merece algo mejor, no ser escupido por locales y turistas. Hay muchas leyendas sobre el edificio que había en este sitio donde hoy se encuentra el corazón. Una que escuché es que se trataba de la oficina de impuestos y otra es que era una prisión, sea cual sea, son dos instituciones que dan ganas de escupir. ;) Bueno, esa parece ser la costumbre que se mantiene hasta nuestros tiempos. Un símbolo para los locales y una "promesa de volver a Edimburgo" por parte de los turistas.